Del trabajo de Carl Gustav Jung, rescatamos el concepto de la sombra ya que esto nos ofrece un marco ideal para profundizar en la comprensión de nuestro ser más profundo. Esta expresión de nuestro inconsciente es de vital relevancia de entender y más cuando se trata de las posiciones de liderazgo o de poder. A lo largo de la experiencia en mi práctica, he podido observar y constatar la importante fuente de poder personal que habita en nosotros en la forma de la sombra. Esta, tenemos que entenderla como nuestro aspecto inconsciente profundo en donde se albergan aspectos no muy agradables o funcionales de uno mismo. Es aquel aspecto del inconsciente que guarda los recuerdos de experiencias traumáticas o referencias desagradables de uno mismo, conflictos irresueltos que son fuente de tantas formas emocionales o mentales autodestructivas y limitantes. Ahí, se encuentran sentido limitado de identidad, valores o deseos incumplidos o reprimidos y nuestro conflicto personal con el mundo alrededor.
Para dar un contexto mayor a esto, es importante también observar lo que Jung llamó la “Persona” o etimológicamente lo que significa una máscara. Esta expresión personal comprende de aquellas formas de expresión que buscan contener la fuerza que la sombra implica y que en contextos sociales, sería fuente de una gran cantidad de problemas o desaciertos. Imagínate en un contexto social en donde debe uno forzarse para parecer agradable o apto dentro de esa situación. Imagina el esfuerzo psíquico invertido para presentarte de una forma con el fin de ser funcional, ser aceptado, lograr una meta o simplemente no crear problemas. Imagínate después, ya en casa dejando esa fachada temporal y entonces dar pie a sentimientos y expresiones de rencor, insatisfacción y hasta de resentimiento. Esto que describo es una forma de entender la dinámica bastante nociva entre estos aspectos de nuestra psique, el motor de la neurosis.
Así, podemos entonces explorar un poco más sobre la cantidad de fuerza vital y psíquica que se invierte en controlar este conflicto. Primero, aquellos aspectos internos irresueltos y limitantes, son el fruto de nuestra poca habilidad de adaptarnos sanamente en el entorno, muchas veces frutos de traumas profundos antes vividos. Después, reflexionemos en la cantidad de energía invertida en mantener todas esas expresiones en control; la represión de sus impulsos, el excesivo control para operar en los contextos sociales sin que estas formas de la sombra salgan a la luz y por ultimo, la fuerza vital invertida en sostener nuestra máscara.
Cuando nos damos la oportunidad de reflexionar sobre nuestra propia relación con la sombra y todos estos elementos, entonces es fácil concluir que si pudiésemos resolver la mayor cantidad de estos conflictos e ir integrando todas esas fuerzas oscuras a través de la resolución psico-emocional, entonces tendríamos toda esa fuerza vital y psíquica disponible para otras cosas y aspiraciones. De ahí que esto sea una muy importante fuente de poder personal.
Cuando reflexionamos sobre nuestra capacidad para el liderazgo, sea para mi vida o como cabeza de una familia u organización, podemos entonces empezar a asociar este importante aspecto de la psique y su directa influencia a mis estilos y capacidades para el liderazgo. En la vida, el verdadero liderazgo se pone a prueba enfrentando crisis y retos inesperados. Ser líder en medio de la estabilidad es fácil y ciertamente demanda de menos esfuerzo para contener mi sombra. Sin embargo, ¿que pudiese pasar cuando en medio del manejo de riesgos o escenarios altamente complejos o dinámicos? ¿Como esperamos reaccionar cuando el estrés excesivo o la frustración empiezan a desgastarnos? ¿Que clase de maniobras realizaremos cuando aquello que vivimos empieza a presentar mayor dificultad? Integrar la sombra es un trabajo de almas valientes y ciertamente también, de quienes se ven urgido a ello. en Desde mi experiencia personal y como facilitador, encuentro en la integración de la sombra una fuente de profunda transformación personal, donde se logran paz y balance interior radical para gozar la vida. Los conflictos internos, propios de edades infantiles se transforman y se logran claridad y discernimiento. He atestiguado que cuando se liberan y resuelven deseos, propios de conflictos entre nuestras partes internas, entonces hay un espacio de sabiduría personal que nos informa y enriquece eficientemente nuestra capacidad para tomar decisiones y ejecutarlas.
Una persona puede entonces renovar valores y estrategias de manera fácil y natural y elevar su vida. He tenido la oportunidad de acompañar a personas en procesos donde su sentido de significado, se ve enriquecido de tal forma que se abandonan actitudes propias de quien necesita compensar sus vacíos personales con formas nocivas de manipulación, apego o hasta deseos destructivos. Esto, resuena totalmente con la crisis actual de liderazgo y del modelo de orden social, un peligroso círculo vicioso que afecta a todos.Cuando logramos resolver nuestro lado oscuro, entonces toda esa energía se vuelve poder disponible para nosotros. Poder personal para entonces lograr un verdadero ser auténtico. Auténtico, en el sentido literal de la etimología y esto es, que somos dueños absolutos de nuestros actos y desde ahí, por que no, lograr esa alineación integral para dejar un legado trascendental en esta vida y en aras de ser custodios del bien común.
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